Durante mucho tiempo, Chapu fue conocido por su habilidad para encontrar y pisar caca en la calle muy superior a la de cualquier mortal. Numerosas fueron las veces que sus compañeros tuvimos que soportar el hediondo olor proveniente de sus zapatos en horas de clase, y en alguna que otra ocasión se vio forzado a presenciar la clase con el o los pies afuera del salón (sí, y el resto del cuerpo adentro... eso habla bastante bien de las habilidades como contorsionista de Chapu).
Hete aquí el gran récord de Chapu: ya no le bastó con un tereso de perro, ni de vaca, ni de caballo siquiera. No señor, si alguien tenía que pisar algo grande, sin lugar a dudas que tenía que ser él.