Estos días la oficina fue un verdadero caos: gente corriendo de un lado a otro, abogados quemando papeles, directivos desaparecidos y un contador que intentó intentar suicidarse y no le salió bien, con lo cual terminó suicidándose en serio. En medio de esta anarquía un humilde servidor intenta llevar adelante un proyecto en el que cree de corazón.
Pero como el alquiler no se paga con sentimientos, pienso que conviene sacar ganancia de este río revuelto. Ahora que todos están demasiado ocupados como para prestar atención al blog, quizá ponga publicidades o algo así. Ya pensaré en algo.
Respecto a la noticia del contador, en el grupo de Whatsapp de la empresa circula una versión que dice que quizá no fuera suicidio, sino un ajuste de cuentas a causa de una discusión por la interpretación de un paper de teoría económica. O quizá por el resultado de un partido de fútbol. O quizá por la desaparición de cierto tupper con almuerzo de la heladera. Todos dicen que es vox populi la enemistad que había entre el contador y cierto ejecutivo que lo acusaba de padecer un patente caso de sabelotudismo (tm). Chusmerío. Amarillismo. Conspiraciones. Creo que voy a tener que prestarle más atención al grupo.
Mientras tanto sigo adelante con el proyecto, y me complace informar que dentro de poco tendré más archivos publicados en la sección de arte NUP. Ese “dentro de poco” es (como siempre) relativo, pero no creo que se extienda a más de un par de días. Aún tengo que cumplir una cuota semanal, después de todo.
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