Seguramente los lectores más avezados ya se habrán dado cuenta de que hay dos nuevos archivos en la sección de arte NUP. Así es, el T-Chapu y VacaCop y Chapardo esperan visitas en la galería digital. Favor de no sacar fotos con flash, que arruinan las obras. Tampoco le revoleen cascotes, que no es Louvre.
Tal parece que la creciente cantidad de mensajes de los lectores ha dado fruto: la nueva dirección de la organización ha decidido aumentar el presupuesto para este proyecto, y asignó un nuevo integrante al equipo. ¿Nueva dirección? Así es, hay un nuevo CEO que ejerce sus funciones desde ayer: debido a la ausencia de la mayor parte de los directivos, por reglamentación interna nomeacuerdoquenúmero la batuta cae en manos del contador que no sabe ni simular un suicidio. ¿Pero no está muerto? se preguntará el lector. Bueno, hasta la última noticia que había llegado a mis oídos, si. Pero pensemos lógicamente: no hay ninguna cláusula en el manual de procedimientos interno que diga que eso es un impedimento para ejercer esta función. Además, muerto y todo el nuevo CEO muestra más dinamismo que sus predecesores. De hecho, el día de ayer se la pasó firmando cheques y autorizando presupuestos.
Con respecto al nuevo integrante del equipo, he de decir que se trata de una incorporación por demás curiosa. Proviene del departamento legal, y hasta ayer lo contaba entre los abogados desaparecidos junto con la dirección. Me llama un poco la atención que haya querido abandonar su puesto de trabajo en una oficina con ventanas en el cuarto piso para venir a enterrarse trabajar en la sección de archivos, en el segundo subsuelo. Parece amigable, aunque algo nervioso. Hoy sólo lo vi pasearse en la oficina de un lado a otro, de a ratos murmurando algo por lo bajo, de a ratos en silencio con el ceño fruncido. Supongo que va a necesitar un tiempo de adaptación. Quizá yo también.