Hace un par de horas atendí un llamado telefónico que comenzó así: "Hola, soy Luis Patti. Voy a robarle unos segundo de su tiempo...". Es la primera vez que encuentro tanta sinceridad en un político: tiene intenciones de robarme, pero lo admite. Un capo.
Es notable el nivel que alcanza la propaganda política en vísperas de elecciones (cualquier elección). Ignoro si será igual en otros países, pero al menos en Argentina los políticos en período electivo salen a relucir como hongos. Supongo que en otros lugares no será muy distinto, ¿será?
Respecto al llamado telefónico, no puedo dejar de reseñar el capítulo de los Simpsons en el cual Homero conseguía una máquina llamadora automática y se dedicaba a pedir dinero vía telefónica a toda la ciudad.
¡Puff! ¡Qué aburrido que está esto! Perdón, es que ya tendría que estar durmiendo pero no quería dejar pasar este dato por alto, ya que a pesar de la banalidad del comentario no todos los días recibo llamados telefónicos de gente de esta índole. Sólo espero que no se haga costumbre. Chau.